Hace unos pocos días di una vuelta con Dante. Bajé, igual que hizó él a los infiernos. Pude ver lo que hay y lo que no quiero. ¡Realmente, lo tenemos más cerca de lo que nos parece!
Estuve como hacía tiempo que no había estado. Hice lo que hacía tiempo que no hacía. Y vi, lo que hace tiempo que no quiero ver.
Como puede ser que el desenfreno se apodere de mentes consideradas inteligentes.
La alienación total llega sin darte cuenta y sucumbes a teóricos placeres que lo único que pueden llegar a provocar y provocan no son más que pesadillas... :-(
Realmente me adentré en un mar de tormenta, en un mar de tempestad, donde si no tienes la suerte de tener a mano un salvavidas o un mero tablón, al que poder agarrarte... Te hundes y la asfixia acaba dejándote si voluntad... No distingues la realidad, es más, te la encuentras tan distorsionada, que lo único que acabas reconociendo no es real. Es aquello que tú y sólamente tú quieres ver...
Estoy contento... Estoy contento porque lo vi, lo recordé y sobre todo porque lo he podido esquivar. Lo pude ver a tiempo, lo pude reconocer y le di la espalda, se me acercó y mi no presencia es lo único que pudo ver.
Yo he tenido mucha suerte. Pero hay tanta y tanta gente que cada noche pasea con Dante, que estamos rodeados de infiernos. ¡SIN DARNOS CUENTA!
Si tienes que bajar a los infiernos con Dante, que sea de visita, que sea de vuelta. Ve, observa y vuelve. No dejes que te engañen. No te dejes deslumbrar por una realidad inexistente. Deja los pies en tierra y pasea entre los vivos, no entre aquellos que creen que están vivos...
Be alive and take care yourself... ;-)