Estoy saturado, muy saturado. No hace casi ni un mes que se acabaron las vacaciones y tengo una lista de cosas pendientes por hacer increíble. Hay días que no sé ni por dónde empezar y saber de casos como el de mi amiga Mentxu la verdad es que no animan demasiado.

Pero bueno, siempre lo he dicho que bajo presión uno funciona mejor. Aunque ya estoy empezando a dudarlo y empiezo a creer que esa flexibilidad que tenemos a los veinte años se esté empezando a resquebrajar.

Muchos son los frentes que tengo abiertos y muchos son los combates en los que me encuentro día tras día. Cada pequeña batalla supone un paso más... ¿Hacia la victoria? Y yo me pregunto, ¿hacia qué victoria?

Suerte tengo de hacer y dedicarme a algo que realmente me gusta, pero tampoco dejo de pensar en poder escaparme algún día a algún sitio en medio de la naturaleza, en el que pueda recrearme los sentidos con todo lo que me rodeé. Una puesta de Sol, la lluvia cayendo sobre las hojas verdes de un árbol, el viento rozándome la cara, el sonido del mar o sencillamente el de un riachuelo con el que dejar ir los pensamientos... Una buena comida, sencilla pero natural. Un libro, música...

Poco a poco haremos camino, no sé el destino pero si dónde me encuentro. El caso es no perderme. De momento escuchar esta curiosa combinación del "mahna mahna" y "Menphis"