Hem, hem, hem. Hace tiempo que no escribo por escribir y de cuando en cuando los dedos, como reza el titular de este blog, se tienen que dejar llevar.
Cómo cambian las cosas, de un día para otro. El camino que encuentras cada día es totalmente diferente a lo que te esperabas el día anterior.
Pero dejando de lado caminos sin rumbo, que por cierto no llevan a ninguna parte, hoy nos centraremos en la alternancia de la escritura digital. Que raro, como suena, pero sin embargo, realizar ejercicios de escritura aleatoria son buenos. Historias inconexas, pero con una misma conexión. La inspiración.

La inspiración que viene y se va. Como todo. Todo viene y se va. Es la ley pendular, es una ley física bajo la que no hay excepciones. Al llegar a una punta máxima se inicia la trayectoria justo hacia el otro lado.

Este camino puede ser de mayor o menor intensidad. Pueden vivirse la mayor felicidad pero con la condición de la mayor tristeza. ¿Compensa realmente? Creo que si. Si por que cuando estás en la parte alta del lado buenono hay estado mejor que ese. ¿Y qué pasa cuando vas hacia el otro lado? Entras en un tobogán por el que resbalas. Y en el que lo único que puedes hacer es frenar un poco.

El caso es que si quieres sentir, tienes que balancearte. Tienes que tomártela como si estuvieras en un columpio. Y desde luego, se han de tomar las mismas precauciones. No has de dar demasiado impulso ya que te puedes caer...

Do you want to swing with me?

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