sábado, septiembre 04, 2004
Un sitio para perderse... Sidi Ifni
Sidi Ifni aquel territorio que nos marcó, del que nunca saldremos, aunque nunca volvamos a él (La Medina)


Un sitio para perderse... Sidi Ifni

Llegamos a Sidi Ifni por la carretera de Guelmin. Esta es sinuosa ya que el paisaje tal como se deja Guelmin cambia por completo. El terreno se vuelve montañoso, la tierra adquiere un color rojizo intenso y las chumberas con sus frutos plagan las laderas de las montañas durante kilómetros. Las nubes invaden el fondo montañoso dando una sensación de niebla bastante fuerte.

Cuando finalmente llegamos al pueblo lo primero que vemos es mucha gente joven volviendo de la playa, el turismo que se ve es un cien por cien del país. Aparcamos el coche a pie de playa y damos una pequeña vuelta por la misma y por un paseo que corona el acantilado con el que la ciudad se asoma a la playa y al mar.

Una de las mejores decisiones que tomamos fue la de preguntar en el Hotel Suerte Loca (si queréis saber un poquito sobre la historia del hotel y de la familia que lo fundó dar un vistazo a la siguiente dirección http://www.webpersonal.net/robertagran/ifniifni.html , es interesante) si tenían habitaciones libres. Suerte Loca es la que tuvimos nosotros cuando nos dijeron que si. Era el primer día en tres meses que les quedaba algo libre.
Realmente los precios de las habitaciones son económicos (la habitación triple con cuarto de baño nos costó 175dh, vamos unos 17 euros). En nivel de limpieza es muy bueno y la decoración del hotel es una mezcla entre patio andaluz, casa marroquí y algo de estilo hippie y surfero. Realmente proporciona una satisfacción visual muy buena. El hotel tiene dos partes, la antigua que data de 1940 y es donde están las habitaciones que no tienen baño, y otra más moderna. En la parte superior se sitúa la terraza panorámica, donde habitualmente tienen instalada una khaima con sofas, donde poder holgazanear, leer, meditar e incluso dormir “friskito” por las noches. Aunque la temperatura suele ser bastante agradable al estar a pie de mar. Por la noche con las ventanas abiertas de la habitación puedes escuchar el murmullo del mar, una bonita nana para dormir soñando con aquello que más quieres... Y si el mar está en calma puedes escuchar el silencio...



El trato en el hotel es totalmente familiar, hablan castellano casi todos y no tienen ningún tipo de problema para responderte cualquier tipo de pregunta por más tonta que sea, compartir un te contigo o tener una reunión con música en vivo a la luz de las velas. Realmente para dejarse llevar... La noche que estuvimos tocaron una canción tras otra, animando a que participáramos, a que improvisáramos, a que bailáramos, en fin haciéndonos partícipes de su momento de diversión como a uno más. Estaban unas chicas francesas, una pareja de americanos y nosotros. Pero la estrella invitada fue Mahrom, un chico local que sabe llevar la alegría donde va y que cuando lo conoces te das cuenta de cuan especial pueden ser las personas... Si no que se lo pregunten a Kàtia (jejejeje)
Justo al lado del hotel hay un edificio en forma de barco, bastante emblemático, que con otra serie de edificaciones recuerdan el pasado español de la zona. Claros ejemplos son el edificio del antiguo consulado español (edificio semiderruido que aún ostenta un escudo preconstitucional) en la plaza España. La verdad es que la ciudad está llena de vestigios, pero en la actualidad, aunque conserva un aire rancio colonial, Ifni es una ciudad tomada por el turismo Marroquí y que en pocos años sufrirá el auge del progreso, perdiendo quizá ese ambiente encantador que fue el que nos encontramos...
A la mañana siguiente, cuando nos preguntaron si íbamos a estar más días, con pesar contestamos que no pero que seguro que volveríamos. Tranquilamente nos hubiéramos quedado unos días más o...

Saliendo de Ifni, dirección a Tiznit, a unos 18 Km. se encuentra la playa de Gzerit. Si alguna vez pasáis por la zona no perdáis la oportunidad de acercaros y pasar unas horas. Tiene unos arcos de piedra realmente monumentales sobre la arena.

Realmente Sidi Ifni ha sido la perla del verano, es de aquellos sitios donde no esperas encontrar gran cosa y lo encuentras todo. La mezcolanza de la población hace que sea un crisol de culturas. Hay población berebere, saharaui, marroquí y algún pequeño resquicio de la época española, todo esto con gente que se instala en el pueblo proveniente de cualquier parte, pero principalmente europea. La diferencia sobre todo se ve en las mujeres, en como van vestidas. Las mujeres saharauis llevan velos multicolores de gasa como si fueran sharis indios, la bereberes se cubren con pañuelos negros salpicados de pequeños grupos de cuadrados rojos, azules, amarillos, etc y las marroquis son de una mayor sobriedad utilizando ropa en colores mucho más discretos. Pero evidentemente, esto en mujeres adultas, porque lo que es en gente joven el estilo europeo es lo que se ha impuesto ya sin ningún tipo de reparo.

Bueno, espero que os resulte interesante y que no haya sido muy plasta. Y dentro de poco otra entrega. Jejejejeje.