Ya conoces el lema de mi blog.
Cuando los dedos se dejan llevar. Y en él me baso para escribir lo que escribo. De la misma manera que muchas veces uno se deja llevar a través de la vida, cuando me pongo con las manos sobre el teclado dejo que sencillamente surjan palabras hasta conformar frases. En mucho de los casos con cierto sentido.
Hay muchos días en los que se hace realmente difícil poder expresar una idea y no digamos ya un sentimiento. Pero como sois los mejores psicólogos de todos ya que escucháis todo lo que os digo, muchas veces las formas carecen de sentido.
Pero hay otros en los que de verdad ciertas partes de uno mismo se ven expresadas a través de blanco sobre negro.
Hoy no sé si será uno de esos días pero el caso es que hoy los dedos si que se están dejando llevar.
Empezar, no acabar. Sencillamente cambiar y modificar. Ignorancia del destino y tanteo de camino.
Llegar al final. Cuándo y Cómo ¿Quién lo sabe? Por eso el final de una historia sólo llega cuando tú llegas al final. Por que esa historia, es una sola historia. Una historia que se convierte en una y otra, y otra...
Y ánimo con el curro Carlikis!, mejor mucho que poco...
Besotes
Carmen