Y
de repente te llaman y te dice que ha tenido un accidente. El cuerpo se te queda encogido y sólo empiezas a reaccionar cuando te das cuenta que quien te lo está diciendo es quien ha sufrido el accidente. Por lo tanto algo muy, muy grave no puede ser. Pero aún preocupado te interesas por lo que ha pasado, por si se ha hecho daño...
A la vez te das cuenta de que
todo puede cambiar en un momento. Todo puede dar un giro inesperado y dejar de ser tal y como lo conoces.
Carpe Diem!!!Etiquetas: cambios